Es la época más espeluznante del año, pero algunas de las máscaras más aterradoras no están hechas de látex.
A medida que la tecnología deepfake se vuelve más avanzada, la línea entre lo real y lo sintético se difumina. Lo que empezó como una curiosidad en películas, bromas de Halloween y vídeos virales se ha convertido en una grave amenaza cibernética, capaz de engañar a empleados, inversores e incluso a los propios sistemas de seguridad.
Este octubre, durante el Mes de la Concienciación sobre la Ciberseguridad, Integrity360 pone el foco en una de las tendencias más inquietantes del mundo digital —los deepfakes— y en cómo las organizaciones pueden protegerse de esta moderna mascarada.
Los deepfakes utilizan inteligencia artificial (IA) para crear audio, vídeo e imágenes hiperrealistas que imitan a personas reales. Mediante modelos generativos, los delincuentes pueden producir grabaciones de un director ejecutivo dando nuevas instrucciones de pago, de un político haciendo declaraciones falsas o incluso de un empleado solicitando datos sensibles —todo sin que la persona real haya dicho una sola palabra.
¿Lo más aterrador? La tecnología es cada vez más accesible y barata. Con solo unos minutos de audio o vídeo, los ciberdelincuentes pueden generar un clon digital, haciendo que “ver para creer” sea una mentalidad peligrosa.
Aunque los deepfakes pueden tener un uso recreativo o artístico, se han convertido rápidamente en una herramienta favorita para la ingeniería social, el fraude y las campañas de desinformación.
Ejemplos reales incluyen:
• Un empleado de finanzas que transfiere millones tras recibir una videollamada de un “CEO”, que en realidad era una falsificación generada por IA.
• Audio deepfake utilizado para imitar la voz de un director de empresa, engañando al personal para aprobar transacciones urgentes.
• Vídeos falsos de políticos o celebridades que difunden desinformación más rápido de lo que los verificadores pueden reaccionar.
Entonces, ¿cómo mantenerse a salvo cuando los “monstruos” llevan caras familiares?
No todos los deepfakes son perfectos —al menos, todavía no—. Hay pequeños indicios que pueden delatar a un impostor digital:
• Movimientos oculares extraños o parpadeo antinatural
• Sombras faciales distorsionadas o iluminación incoherente
• Errores cuando la persona gira la cabeza o se mueve rápidamente
• Audio que no sincroniza perfectamente con los labios
Sin embargo, a medida que los modelos de IA evolucionan, la detección humana por sí sola no será suficiente. Aquí es donde la tecnología, los procesos y la concienciación se combinan para ofrecer una protección eficaz.
Proteger tu organización de ataques impulsados por deepfakes requiere un enfoque por capas:
Los deepfakes prosperan en la incertidumbre, pero con las defensas adecuadas pierden su poder.
En Integrity360 ayudamos a las organizaciones a adelantarse a las amenazas emergentes mediante una combinación de inteligencia, tecnología y experiencia. Nuestros equipos colaboran contigo para:
Nuestra misión es sencilla: garantizar que tu empresa se mantenga un paso por delante del engaño.
Este Halloween, mientras otros desenmascaran monstruos, asegúrate de que tu organización pueda desenmascarar los deepfakes. Porque en la era del engaño digital, las amenazas más aterradoras son aquellas que se parecen a nosotros.