El software y hardware heredado, que alguna vez fueron pilares de la innovación digital, se han convertido hoy en día en vulnerabilidades para la ciberseguridad. Estos sistemas antiguos, aunque todavía en uso, se transforman en verdaderas “bombas de tiempo digitales”, representando riesgos crecientes que tanto empresas como particulares deben abordar. Al reconocer estos riesgos y actuar proactivamente, podemos garantizar que nuestro pasado digital no comprometa nuestro futuro.
Por qué los sistemas heredados representan un riesgo
Falta de soporte
A medida que la tecnología avanza, el soporte para los sistemas antiguos disminuye. Los desarrolladores y fabricantes priorizan las plataformas más modernas, haciendo que las actualizaciones y parches para los sistemas heredados sean cada vez más escasos. Esta ausencia de mantenimiento continuo implica que las vulnerabilidades permanecen sin resolverse, convirtiéndose en blancos ideales para los ataques cibernéticos. De hecho, los sistemas heredados son una vía preferida para que los hackers accedan a sistemas y datos en la nube: vulnerar un sistema obsoleto es a menudo la forma más sencilla de llegar a entornos cloud públicos.
Incompatibilidad
Las herramientas modernas de ciberseguridad a menudo tienen dificultades para integrarse con sistemas antiguos. Estos sistemas pueden carecer de las funcionalidades necesarias para admitir medidas de seguridad avanzadas, dejando brechas en el marco de defensa.
Casos conocidos relacionados con sistemas heredados
El ataque de ransomware WannaCry en 2017 es un ejemplo claro. Aprovechando una vulnerabilidad en versiones antiguas de Microsoft Windows, el malware afectó a más de 200,000 ordenadores en 150 países. Muchos de estos eran sistemas heredados que aún ejecutaban versiones obsoletas de Windows, lo que los hizo especialmente vulnerables al ataque.
¿Por qué siguen utilizándose los sistemas heredados?
Viendo los riesgos, uno podría preguntarse por qué tantas organizaciones continúan utilizando estos sistemas. Algunas de las razones son:
Coste
Sustituir sistemas antiguos no solo implica el coste del nuevo hardware o software, sino también los gastos asociados a la formación, integración y posibles interrupciones en el servicio.
Compatibilidad
Algunas aplicaciones personalizadas solo funcionan en determinadas plataformas heredadas, lo que complica las actualizaciones sin afectar operaciones críticas del negocio.
Apatía
“Si funciona, no lo toques.” Esta mentalidad genera complacencia y muchas empresas posponen la renovación de sus sistemas hasta que es absolutamente necesario.
El futuro de los sistemas heredados
A pesar de los riesgos, los sistemas heredados no desaparecerán pronto. Algunos sectores –como los de energía, transporte o salud– cuentan con infraestructuras muy arraigadas que no pueden actualizarse fácilmente sin causar grandes trastornos. Para ellos, encontrar el equilibrio entre mantener los sistemas heredados y adoptar nuevas tecnologías es una tarea compleja.
Cómo mitigar los riesgos de los sistemas heredados
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Auditorías periódicas: Revisa e inventaría de forma regular tus activos de software y hardware. Identificar qué sistemas están obsoletos o cerca del final de su vida útil te permitirá comprender mejor tus vulnerabilidades potenciales.
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Segmentación: Aísla los sistemas heredados de la red principal. Esto garantiza que, incluso si un atacante compromete uno de estos sistemas, el resto de la infraestructura no se verá afectada.
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Defensa en capas: Implementa medidas de seguridad múltiples. Esto incluye firewalls, sistemas de detección y prevención de intrusos, y antivirus sólidos. Ten en cuenta que las herramientas de seguridad modernas pueden no ser compatibles con sistemas heredados, por lo que es fundamental buscar soluciones adaptadas.
El servicio de gestión de amenazas y vulnerabilidades de Integrity360
Ofreciendo visibilidad completa sobre tu software, hardware e infraestructura digital, Integrity360 permite a las empresas identificar con precisión sus posibles vulnerabilidades.
Con esta información, las organizaciones pueden determinar exactamente qué sistemas heredados representan un riesgo, cuáles requieren parches y cómo desarrollar estrategias de protección durante el proceso. Este enfoque proactivo no solo refuerza la seguridad de la infraestructura, sino que también facilita el cumplimiento normativo, especialmente en sectores sometidos a regulaciones estrictas.
En resumen, el servicio de gestión de amenazas y vulnerabilidades de Integrity360 –junto con sus demás soluciones– elimina los puntos débiles que podrían convertirse en puertas de entrada para los ciberdelincuentes, cerrando el acceso a sistemas expuestos que permitirían la infiltración, el robo de datos valiosos o incluso la paralización de las operaciones empresariales.
Con Integrity360, las empresas se benefician de:
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Una vista en tiempo real de sus vulnerabilidades, permitiendo tiempos de respuesta rápidos.
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Reducción drástica de la exposición a amenazas potenciales.
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Riesgos minimizados frente a intentos de explotación por actores maliciosos.
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Mantenimiento constante del cumplimiento normativo, independientemente del sector.
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Procesos de parcheo acelerados.
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Mayor control y supervisión de toda la red.
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