La identidad se ha convertido en la puerta de entrada a todo lo que tu organización necesita. Empleados, socios, contratistas y máquinas requieren acceso a aplicaciones en la nube, sistemas locales y datos. Los atacantes lo saben, y por eso el phishing, el robo de credenciales y el abuso de privilegios siguen siendo sus vías favoritas. Construir una base de seguridad robusta empieza, por tanto, con la seguridad de la identidad. En este blog, analizamos los desafíos que enfrentan las organizaciones, por qué la seguridad de la identidad es tan importante y cómo Integrity360 puede ayudarte a establecer controles sólidos y sostenibles.

Los desafíos que enfrentan las organizaciones

La mayoría de las organizaciones trabajan hoy en entornos híbridos que combinan sistemas en la nube y locales. Esto genera una proliferación de identidades. Usuarios humanos, cuentas de servicio, bots y cargas de trabajo acumulan permisos en Microsoft 365, Azure, AWS, Google Cloud y decenas de herramientas SaaS. Hacer un seguimiento de quién tiene acceso a qué se vuelve rápidamente difícil. El proceso de incorporación, cambio de rol y salida (joiner, mover, leaver) a menudo depende de pasos manuales, lo que significa que los accesos no se eliminan a tiempo cuando una persona cambia de rol o abandona la empresa. Las cuentas huérfanas y los usuarios con privilegios excesivos se vuelven comunes.

La fatiga de contraseñas es otro problema. Los usuarios gestionan múltiples identidades y credenciales, lo que fomenta contraseñas débiles y la reutilización. Incluso donde existe la autenticación multifactor, los atacantes cada vez más explotan la fatiga de MFA o la ingeniería social para evadirla. Las cuentas con privilegios representan un riesgo aún mayor. Los derechos de administrador y los privilegios permanentes, que suelen estar activos por defecto, proporcionan las llaves del reino. Si un atacante compromete una de estas identidades, pueden seguir movimientos laterales y exfiltración de datos.

La Shadow IT complica aún más la visibilidad. Los equipos adoptan nuevas herramientas SaaS sin aprobación central, creando identidades y accesos no gestionados. Mientras tanto, los sistemas y directorios heredados persisten junto a las plataformas modernas de identidad, lo que dificulta la aplicación coherente de políticas. Los requisitos de cumplimiento añaden presión, exigiendo controles demostrables, trazabilidad de auditoría y evidencias del principio de mínimo privilegio. Finalmente, muchos equipos luchan con la falta de habilidades y tiempo necesarios para operar de manera eficaz las tecnologías de gestión de identidades y accesos en el día a día. Todo esto aumenta la exposición y dificulta la toma de decisiones rápidas y seguras durante incidentes.

 

 

Por qué la seguridad de la identidad es la piedra angular de la defensa moderna

La identidad está en el centro del modelo Zero Trust. Cuando las redes son porosas y los dispositivos diversos, la identidad se convierte en el punto de control más fiable. Una seguridad de identidad sólida reduce la probabilidad de una brecha al garantizar que solo las personas y servicios correctos obtengan el acceso adecuado en el momento justo. Limita el impacto si una cuenta es comprometida y dificulta el movimiento de los atacantes.

Los principios básicos son claros. Aplicar autenticación fuerte para verificar usuarios y sistemas. Implementar el principio de mínimo privilegio, de modo que el acceso se alinee con el rol y la necesidad del negocio. Sustituir los derechos de administrador permanentes por accesos just-in-time y just-enough. Evaluar de forma continua las señales de riesgo durante las sesiones, como ubicación, estado del dispositivo y comportamiento, adaptando el acceso según sea necesario. Monitorizar de cerca la actividad privilegiada y registrar las sesiones de alto riesgo para garantizar la rendición de cuentas. Gestionar las identidades a lo largo de todo su ciclo de vida, asegurando que los accesos sean aprobados, revisados y revocados a tiempo.

Si se hace bien, la seguridad de la identidad aporta beneficios más allá de la reducción del riesgo. El inicio de sesión único y las opciones sin contraseña mejoran la experiencia del usuario y la productividad. Los flujos automatizados de incorporación, cambio de rol y salida reducen la carga del service desk y refuerzan el cumplimiento. Las políticas consistentes entre la nube y los sistemas locales hacen que las auditorías sean más rápidas y menos costosas. Y, lo más importante, los controles centrados en la identidad se integran con tu stack de ciberseguridad más amplio, enriqueciendo la detección, acelerando la respuesta y mejorando la resiliencia general.

Los pilares de una base sólida de seguridad de identidad

Empieza por la visibilidad. Descubre cada identidad en tu entorno, humanas y no humanas, y mapea sus permisos en directorios, nubes y aplicaciones clave. Identifica cuentas obsoletas, huérfanas y con altos privilegios. Esto establece una línea base y revela acciones rápidas.

Refuerza la autenticación. Implementa MFA resistente al phishing siempre que sea posible y elimina brechas de autenticación heredadas. Introduce el inicio de sesión único para centralizar el control y reducir la proliferación de contraseñas. Para una mayor seguridad, considera el acceso condicional basado en riesgos que se adapte a señales como la salud del dispositivo o comportamientos inusuales.

Gestiona los privilegios. Implementa la gestión de accesos privilegiados (PAM) para resguardar credenciales, intermediar sesiones y eliminar privilegios administrativos permanentes. Usa la elevación just-in-time para que los permisos poderosos existan solo durante la tarea necesaria, con aprobaciones y registro completo de la sesión cuando sea oportuno.

Gobierna el acceso. Define modelos claros basados en roles y automatiza el aprovisionamiento mediante identity governance and administration. Realiza revisiones periódicas de accesos con los responsables de negocio e integra flujos de trabajo de incorporación, cambio de rol y salida que eliminen accesos de forma rápida. Extiende la gobernanza también a cuentas de servicio e identidades de máquina, no solo a las personas.

Supervisa y responde. Integra señales de identidad con tus operaciones de seguridad para detectar accesos sospechosos, viajes imposibles, escaladas de privilegios y cuentas dormidas que vuelven a la actividad. La detección y respuesta a amenazas de identidad te ayuda a identificar y contener ataques basados en cuentas antes de que se conviertan en incidentes graves.

Mide y mejora. Haz seguimiento de métricas como cobertura MFA, reducción de cuentas privilegiadas, finalización de revisiones de acceso y tiempo de desprovisionamiento. Úsalas para guiar mejoras continuas y demostrar progresos a responsables y auditores.

 

 

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Cómo puede ayudar Integrity360

La seguridad de la identidad es un viaje que combina estrategia, tecnología y disciplina operativa. Integrity360 te ayuda a acelerar ese viaje y mantenerlo en el camino correcto. Nuestros especialistas evalúan tu nivel de madurez actual, identifican los mayores riesgos y diseñan una hoja de ruta práctica alineada a tus objetivos de negocio. Implementamos y optimizamos plataformas líderes en áreas como autenticación multifactor, inicio de sesión único, acceso condicional, gestión de accesos privilegiados y gobierno de identidades, con foco en la protección de entornos híbridos.

Una vez en marcha, nuestro servicio gestionado de seguridad de la identidad proporciona monitorización continua, ajuste de políticas y soporte en incidentes. Integramos señales de identidad con tu detección y respuesta globales, ayudando a tu equipo a detectar antes el compromiso de cuentas y contenerlo más rápido. También nos encargamos de la gestión diaria de las plataformas de identidad, desde revisiones de acceso hasta políticas de privilegios, para que tus equipos internos puedan centrarse en lo más importante.